La ley n° 12.104, de 1934, dispuso la realización del Censo Industrial de 1935. El equipo técnico encargado consultó antecedentes de otros países tales como Canadá y los Estados Unidos para la elaboración del programa de tareas. Considerado un censo económico, se llevó a cabo en forma independiente al de población y cubrió las actividades de industria manufacturera y extractivas, aunque no las de comercio. Para esos mismos sectores, se ejecutaron relevamientos similares con periodicidad bianual hasta el año 1943. Con este censo se inició un proceso de empadronamiento de establecimientos industriales que condujo a la formación del Registro Permanente de Industriales.
El país, eminentemente ganadero en aquella época, contaba ya con experiencia en el relevamiento de estadísticas relativas al sector agropecuario. Pero, con excepción del Censo de 1914, no se poseían datos consistentes sobre la estructura y dinámica de la industria.
El Censo Industrial de 1935 fue el primer censo que brindó información precisa de la estructura y dinámica de la industria del país. Cubrió actividades manufactureras desarrolladas en fábricas, talleres, minas, e incluyó las actividades industriales realizadas por establecimientos comerciales, la producción de energía eléctrica y la producción de gas. Este censo suministró información de más de 43.000 establecimientos industriales.